Siga estas pautas para aprender a gestionar el nivel de estrés:

  • Elabore una lista de sus tareas por orden de importancia y establezca un horario al principio de cada día.
  • Tómese breves descansos con intervalos regulares a lo largo del día.
  • Vigile su postura y controle periódicamente que no está tenso y que su cuerpo está bien apoyado.
  • Consuma alimentos sanos que estimulen su paladar así como sus intestinos.
  • Acuéstese por lo menos media hora antes de lo habitual y levántese un cuarto de hora antes de lo necesario. Establezca y realice cada día ritos estimulantes por la mañana y tranquilizantes por la noche.
  • Reduzca todo lo posible el estrés que le rodea.
  • Establezca citas frecuentes para hablar y compartir con personas que lo escuchen y que se preocupen por usted y por los asuntos que la afectan.
  • Libere sus emociones reprimidas en cuanto pueda: encuentre un lugar privado donde pueda reír, llorar, gruñir, gritar, golpear almohadones, tocar un tambor, etc. o inicie la práctica de un deporte o pasatiempo que le permita liberar sus frustraciones reprimidas.
  • Permita a su mente desconectarse al menos dos veces al día, una de ellas por medio de música, un libro o programa de televisión preferidos, y otra, utilizando técnicas relajantes.
  • Realice al menos diez o quince minutos de ejercicio físico moderado cada día, y tres sesiones de veinte minutos de ejercicio más fuerte a la semana.
  • Utilice técnicas de relajación profunda durante al menos veinte minutos una vez por semana.
  • Planee actividades divertidas al principio de la semana para estimular su humor y su espontaneidad.

SÍNTOMAS QUE SUELEN INDICAR DEMASIADO ESTRÉS.

Síntomas físicos:

  • Indigestión.
  • Dolores de cabeza por tensión nerviosa.
  • Senos nasales obstruidos.
  • Problemas intestinales (diarrea o estreñimiento).
  • Frecuente necesidad de orinar.
  • Dolor de hombros, espalda o cuello.
  • Erupciones cutáneas.
  • Rigidez de las articulaciones.
  • Hormigueos frecuentes.
  • Vértigo.
  • Síndrome premenstrual exagerado.

Síntomas psíquicos:

  • Tristeza.
  • Irritabilidad.
  • Ataques de ansiedad.
  • Angustia incontrolable.
  • Aumento de la falta de confianza.
  • Aumento de obsesiones o fobias.
  • Palpitaciones.
  • Tendencias a la excitación exagerada.
  • Escasa capacidad de excitación o pasión.
  • Sensación de confusión.
  • Sensación de agobio.
  • Apatía.
  • Sensación de impotencia.
  • Despersonalización (sensación de contemplar el mundo desde el exterior).
  • Pérdida de confianza en las personas (mayor desconfianza).

Síntomas físicos:

  • Indigestión.
  • Dolores de cabeza por tensión nerviosa.
  • Senos nasales obstruidos.
  • Problemas intestinales (diarrea o estreñimiento).
  • Frecuente necesidad de orinar.
  • Dolor de hombros, espalda o cuello.
  • Erupciones cutáneas.
  • Rigidez de las articulaciones.
  • Hormigueos frecuentes.
  • Vértigo.
  • Síndrome premenstrual exagerado.

Síntomas de la conducta:

  • Falta de concentración.
  • Incapacidad para escuchar con atención.
  • Hablar demasiado.
  • Incapacidad para controlar ataques de risa, tics nerviosos, etc..
  • Hablar muy poco, permanecer callado.
  • Encerrarse en sí mismo (por ejemplo comer siempre solo).
  • Actuar con precipitación.
  • Gritar más de lo normal.
  • Torpeza.
  • Hábitos nerviosos (p. Ej., morderse las uñas, rascarse, hurgarse la nariz).
  • Dificultad para tomar decisiones.
  • Mala planificación que conduce a programas demasiado apretados.
  • Reticencia a delegar.
  • Exageración de los problemas.
  • Aspecto descuidado.
  • Incumplimiento de los ejercicios físicos o actividades deportivas programados.
  • Ausencia de tiempo de ocio.
  • Falta de actividad social.
  • Tendencia a la sobreprotección.
  • Ir demasiado sobre seguro; no correr los riesgos calculados habituales.
  • Gastar más de la cuenta y acumular deudas.
  • Levantarse o acostarse demasiado tarde.
  • Insomnio.
  • Pesadillas.
  • Olvidos frecuentes.
  • No acudir a citas, cumpleaños, etc.