Recoger la información de los canales oficiales:

En los momentos de emergencia es cuando el miedo y lo irracional inevitablemente corren el riesgo de tomar el control, uno debe cuidar de sí mismo y no exponerse a información inadecuada y no cualificada incurriendo en noticias falsas o noticias cargadas de emociones, pero sin fundamento en datos objetivos.

Seleccionar 1 o 2 momentos del día para mantenerte informado sobre el coronavirus:

no estar constantemente conectado a la radio, TV, internet… La exposición continuada a tal cantidad de información mantiene nuestro sistema de alerta y miedo en un estado continuado de activación y no nos favorece

Realizar un planning para la semana:

Es importante mantener unas rutinas, para dar tranquilidad y organización a nuestra mente. Va bien construir un horario donde se establezcan una serie de actividades: levantarse, ducharse, arreglarse (como si tuviéramos que ir a trabajar), iniciar la jornada laboral o educativa con los niños, asignar en el horario el momento para el deporte y para la desconexión y el ocio.

Realizar algo de actividad física dentro de casa, en la terraza…

ya sea desde estiramientos hasta algo de cardio, para mantener nuestro cuerpo activo. Liberar tensiones a través del ejercicio también permite un mejor descanso nocturno.

Mantener el contacto social.

Tener restricciones de movimiento no significa no socializar. Usamos videollamadas, Skype, teléfonos, buscar en nuestros contactos y enviar mensajes a la gente que conocernos. Mantener una conversación con el vecino que hemos conocido ahora o que conocíamos de vista pero ni nos saludábamos

Hablar del tema pero con dosificación.

No tenemos que convertir el tema del coronavirus en el mono tema familiar. Podemos hablar de ellos pero acotando los momentos y escoja a las personas que sean de confianza y pueda tener una conversación empática y constructiva y sana y no con otras personas que generan angustia o ansiedad.

Realizar actividades de ocio, que ayuden a relajarse:

yoga, respiraciones, meditación, mindfulness, lectura, ver películas o series, jardinería, etc.

Y comer y dormir adecuadamente.

No pasar el día picando entre horas. Intentar llevar una dieta saludable y sobretodo no alterar los ritmos del sueño acostándose muy tarde y levantándose también tarde.