Tratamiento
La fobia social se caracteriza por un miedo intenso ante situaciones sociales o actuaciones públicas en la cuales el paciente se ve expuesto a personas o a la posible evaluación por parte de los demás. La persona teme ser observada, actuar de un modo que sea embarazoso o mostrar síntomas de ansiedad como rubor facial, temblor, sudoración…
La exposición a las situaciones sociales temidas provoca casi invariablemente una respuesta inmediata de ansiedad, por lo que las situaciones sociales se evitan o se experimentan con un malestar intenso.
El individuo reconoce que este temor es excesivo o irracional, ya que todos los comportamientos de evitación, la ansiedad anticipada y el malestar interfieren en su vida.
En la población general se ha observado que entre el 3 y el 13 % de la población puede padecer fobia social.
La fobia social suele aparecer típicamente a mediados de la edad adulta, a veces con el antecedente infantil de timidez o inhibición social. Algunos individuos sitúan el inicio del cuadro al principio de la segunda infancia. La aparición del trastorno puede seguir bruscamente a una experiencia estresante o humillante, o bien puede hacerlo de forma lenta e insidiosa.